Descripción
Entre 1861 y 1862, el convento se fraccionó para ser convertido en casas habitación. Más tarde, por la apertura de una calle, quedó solamente el templo, el cementerio y una casa, en su recinto fueron depositadas las cenizas de los virreyes Matías y Bernardo de Gálvez, padre e hijo, fallecidos en 1784 y 1786, respectivamente. Fue declarado monumento el 3 de enero de 1936. Durante el Virreinato de la Nueva España los panteones estaban bajo el control de las órdenes religiosas, San Fernando tenía cementerio y este era una de las fuentes de recursos para los Franciscanos, ahí se enterraba no sólo a los religiosos sino también a los donantes y miembros de familias prominentes. En 1859 se decretó la secularización de los cementerios y poco a poco pasaron a ser controlados por el Estado, entre ellos estaba el Panteón de San Fernando donde fueron enterrados grandes héroes de la época independentista y de las guerras de intervención y connotados hombres de la lucha entre conservadores y liberales descansan en ese sitio, en las lápidas encontramos nombres como Vicente Guerrero, Ignacio Comonfort, Miguel Miramón, Carlos Ma. de Bustamante, Mariano Riva Palacio, Melchor Ocampo, Miguel Lerdo de Tejada, Francisco González Bocanegra, etc. En 1871 debido a estar ya saturado fue clausurado, en 1772 se llevó a cabo el último entierro, el cuerpo de Benito Juárez fue despedido en su última morada en un mausoleo donde el conjunto escultórico que lo adorna muestra a una patria dolorida con Juárez en los brazos. En 1883 el panteón se le denominó “de los hombres ilustres”.
