Descripción
De esta cultura nos queda la zona arqueológica de Teotenango que destaca por su monolito del jaguar: un bajorrelieve que representa un felino sentado con un medallón al cuello, en actitud de devorar una especie de flor o corazón y con dos fechas grabadas en los costados. Se cree que las inscripciones hacen alusión a un eclipse. El sitio arqueológico de Teotenango también posee un juego de pelota de tipo cerrado y hundido, además de los restos de un temazcal que se utilizaba para fines de purificación o curativos; un basamento con una serpiente labrada y que por su posición pareciera salir del interior de la pirámide, y dos kilómetros de una muralla que fue construida entre los años 900 y 1200 d.C, para proteger el lado poniente del asentamiento.