Comala
El resplandor de su plaza principal te hará comprender por qué se le llama “Pueblo blanco de América”. Tu visita, como entre páginas de un libro, será lenta, disfrutable y muy memorable. Entre líneas, saborearás la cocina de las mujeres de fuego, y tallarás o bordarás historias al lado de maestros artesanos. Entre tazas de café orgánico, podrás buscar las pistas del verdadero Comala, para después dormir tranquilo en una hacienda o entre los parajes que solo un paraíso indígena regala.